La Corporación traslada a Presidencia los problemas que acarrearía el Plan de Gestión del Noroeste para la agricultura, la minería y el urbanismo municipal
01.03.13 - 01:27 -
JORGE GARCÍA BADÍA |/ La Verdad
¿Qué más podemos proteger?». No le falta razón al edil de Medio Ambiente, Juan Pascual Soria, a la hora de formularse esa pregunta a sí mismo, ante los índices de protección que presenta el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Moratalla y las consecuencias que podría traer para la agricultura, la ganadería, la industria y el urbanismo, la entrada en vigor del futuro Plan de Gestión Integral de la Red Natura 2000 del Noroeste -dependiente de la Consejería de Presidencia-.
El planeamiento urbanístico fue aprobado en 2006, con el beneplácito de la Comunidad Autónoma, y desde entonces, el 83% del término municipal está catalogado como suelo no urbanizable de protección especial. Básicamente, Moratalla está marcada por las zonas ZEPA (Zona de Especial Protección para las Aves), ZEC (Zonas de Especial Conservación) y LIC (Lugar de Interés Comunitario).
Partiendo de esa base, el alcalde, Antonio García, y los ediles de Medio Ambiente y Urbanismo, Juan Pascual Soria y Ventura Guerrero, respectivamente, han mantenido una reunión con el director general de Medio Ambiente, Amador López, para trasladarle ese dato y los problemas que acarrearía para el municipio la Red Natura tal y como está actualmente concebida. «Entendemos que el plan hay que hacerlo porque lo pide Europa, pero debe adaptarse a nuestro plan general, que ya es muy restrictivo. Las zonas de amortiguación y los 'corredores verdes' atraviesan zonas de cultivo donde hay actividad», según explica Soria.
A juicio del Ayuntamiento, afecta especialmente a los cultivos de secano, como los cereales y el almendro, en parajes como Lentiscar y el Salto. Otro de los sectores de actividad que se vería afectado por la hoja de ruta medioambiental de Presidencia, «sería la minería tradicional que presenta cuatro zonas de actividad y no ofrecen ninguna alternativa».
¿Vivir en la penumbra?
No solo eso, la Red Natura establece limitaciones muy estrictas a la electrificación de zonas rurales, justo en un municipio que atesora un término diseminado, plagado de pedanías y caseríos rurales. Ante lo que el Consistorio propone a Presidencia que incluya «medidas de protección de avifauna para permitir nuevas electrificaciones».
El plan también afecta a cortijos agrícolas vinculados a las zonas montañosas desde hace más de treinta años, a los que restringe de un 50% a un 30% su capacidad de rehabilitación y ampliación de superficie. Otro de los efectos colaterales es la afección de los 'corredores verdes' sobre el suelo sectorizado en el PGOU, para residenciales y otros usos en pedanías como Inazares y Benízar. Ambas partes, Consistorio y Consejería, acordaron volver a reunirse antes de aprobar definitivamente la Red Natura 2000 del Noroeste, para solucionar estas diferencias de criterio.