Un fin de semana por Roma (III): Baguetteria del Fico y No.Au.


Un mes largo después del último post de la escapada a Roma vuelvo a la carga para hablaros de dos locales quizás algo menos conocidos y cuyo grato descubrimiento se lo debo enteramente a la Reina Lúpula, quien tiene una mano especial a la hora de encontrar bares auténticos y mil y una veces recomendables.

El primero de ellos, situado en un callejón cercano a la maravillosa Piazza Navona, se llama la Baguetteria del Fico.


En un principio teníamos apuntado este local como una opción de socorro y muy céntrica para comer buenos bocadillos y sándwiches acompañados de buenas cervezas italianas. Pero cual fue nuestra sorpresa al ver que aquel minúsculo espacio limitado a una barra pequeña con varios taburetes, era un auténtico edén con más de 150 referencias en botella, la mayoría de buenas cerveceras italianas (B. del Borgo, Montegioco, Brewfist…) pero también foráneas (Thornbridge, Wildbeer, BrewDog, To Ol, Mikkeller, Rogue, Sierra Nevada, bastantes belgas como Rochefort, De Ranke…).

Inesperado vergel...

Así que el plan previsto de un bocadillo apresurado tuvo que ser forzosamente modificado por una velada algo más pausada y sobretodo placentera. Qué remedio, la vida del beer-bon-bevant… ;).

Pedimos dos referencias de la italiana Brewfist, una de las cerveceras de las que había probado pocas cervezas antes de este viaje (aunque alguna de nivel destacable) y que terminó dándonos varias y muy gratas sorpresas el fin de semana. Burocracy, una IPA dulzona, algo cítrica y amarga que no nos terminó de convencer, y también Green Petrol, una black IPA arrolladora, una auténtica bomba de lúpulo, suntuosa y sugerente, con notas de lúpulo resinoso y pino, contrarestadas por una buena base maltosa y torrefacta, con cuerpo rotundo y final muy largo. Me gustó mucho.

El "petrolaco" de la derecha no se me olvidará fácilmente...

Para comer, y aunque mucha gente se pedía los famosos bocadillos que dan fama a este local, preferimos elegir, recomendados, dos platos variados con quesos y embutidos cuya calidad, sinceramente, me dejó boquiabierto: embutidos de cerdo, pato, jabalí y ciervo, un gorgonzola glorioso, un queso trufado (creo que pecorino) inolvidable…. De veras, maravilloso y aunque el precio no fuera barato mereció mil veces la pena pedirlos.

Podría vivir a base de estos quesos y embutidos...

¡Madre mía qué gorgonzola!

Para seguir cortando tanta grasa elegimos, también recomendados, una Birra del Borgo Hoppy Cat, otra Black India Ale (os dejo las batallitas terminológicas a quienes gusteis de ellas…) pero en este caso con un color mucho más claro y cuerpo más ligero, muy bebible, con lúpulo intenso de tipo resinoso y cítrico, aunque en mi opinión falta de una buena base. Simplemente no me convenció.


Y con esta cerveza dimos por cerrada una velada inesperada para seguir disfrutando del majestuoso centro histórico de Roma.

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El segundo local del que os quería hablar se llama No.Au y está situado muy próximo al anterior, también en el flanco oeste de Piazza Navona pero más al norte, en la escondida Piazza di Montevecchio. Por lo visto este local lo abrieron los propietarios de B. del Borgo y Baladin hace un par de años junto a otros socios, y de ahí que ambas cerveceras estén bien representadas.


Cuando llegamos, a media tarde, estaba completamente vacío, lo que por un lado nos hizo temer lo peor, pero al mismo tiempo pensamos, “total, una cerveza tranquilitos y nos vamos”. Cuan equivocados andábamos…

Los interiores, poco luminosos y con una decoración digamos entre pop y kitsch pero no recargada, con decenas de objetos curiosos (entre ellos varias ediciones de Birra del Borgo realmente chulas con las que se nos abrió el apetito coleccionista…). Un ambiente realmente acogedor.


Nos sentamos en la barra y tras leer detenidamente las referencias en barril nos pedimos una pinta de Montegioco Draco(una especie de barleywine cálida, rebosante de notas dulzonas y de fruta confitada, pero muy equilibrada y para tomar con calma) y otra de Opperbacco Imperial Deep Underground (I.stout versión de la Deep Underground con regaliz y café, muy redonda, con las notas aportadas por el regaliz y el café muy presentes, sobretodo las del segundo). Dos gratas sorpresas.

Dos copones para empezar...

Viendo que la cosa iba mejor de lo esperado acomodamos las posaderas y pedimos dos Birra del Borgo más ligeritas en previsión de lo que nos esperaba: Perle ai Porcia por un lado (supuestamente una oyster stout con predominio de notas a cacao y fruta oscura así como algo de regaliz pero el recuerdo de las ostras es muy poco evidente) e Imperiale Imperial Russian Stout por otro (rotunda imperial stout rebosante de notas de fruta madura, higos, pasas, también regaliz y cacao).



Acumulábamos varias cervezas contundentes así que era hora de ir pensando en comer y como los gerentes eran encantadores, muy amables y accesibles (además que una de ellas, Marcia, hablaba perfectamente en español…) nos dejamos aconsejar y nos sacaron por un lado un plato de sardinas escabechadas caseras realmente muy ricas, y sobretodo un platazo sensacional a base de pollo de corral en una salsa que no consigo recordar, creo que a base de cerveza ahumada. Posiblemente la mejor carne de esta ave que haya comido jamás, tierna y jugosa, se deshacía en la boca casi como si fuera mantequilla, repleta de sabor… ¡¡Qué maravilla (estoy salivando solo de recordarla…)!!

Si las fotos transmitieran sabores y olores...

Como se ve en la foto, para acompañar este manjar de dioses nos dejamos recomendar y elegimos una botella de Montegioco Mac Runa Peated de 75cl (casualidades de la vida la tomamos de barril dos días antes en Ma Che Siete y aún gustándonos la disfrutamos bastante más en botella). Con el toque de malta tipo turba no excesivamente intenso, ligeramente ahumado, dando complejidad y equilibrio al trago… Ah, y maridó a la perfección con el plato de pollo.

Viendo que además de cervezas también tenían buenos vinos decidimos probar suerte con un vino blanco dulce italiano y dejar momentáneamente la cerveza, para dar finalmente por cerrada la velada con un par de copas de Baladin Xyauyú Barrel, invitación de la casa. En cuanto a las notas, con las que llevábamos encima solo consigo rescatar de la libreta un “fantástica” ;).

Un final inmejorable...

Y así, tras más de ¡cuatro horas y media! en este local (y eso que iba a ser una cerveza rápida…), bastante entonados, para qué negarlo, pero también extasiados de placer, nos despedimos de este remanso de paz y su cálido equipo, en especial de la buenaza de Marcia. Solo por conocerla y comer ese pollo con esa Montegioco ya merece la pena venir aquí mil veces!

Visitar locales de gente tan encantadora es una gozada!

Y entre tanta buena cerveza, comida y gente doy por cerrada esta tercera entrega con dos locales menos conocidos pero en mi opinión realmente muy recomendables.