#LaRonda37: Postureo en la cerveza.


Este mes es Jorge Cerverianaquien nos convoca a #LaRondapara que tratemos el tema del postureo en la cerveza. Para ello nos deja una convocatoria repleta de preguntas y frentes abiertos, todos ellos muy interesantes y que seguro darían para tantas Rondas muy entretenidas, pero trataré de centrarme en lo más esencial y en lo que para mí es el eje común de todo ello.

Si en algo coincidiremos todos es en que la cerveza está de moda. Aparece cada vez más en infinidad de medios, tanto especializados como generalistas, cada vez hay más gente que se lanza a vender (elaborando o no) su propia cerveza, hay más bares y tiendas donde cada vez más gente se anima a consumir cerveza descubriendo así una realidad más variada e interesante de la que conocían... En definitiva, la cerveza está en boca de más gente y como en toda moda surge toda clase de gente a su alrededor, también aquella a la que le gusta hacerse o bien la interesada o bien la entendida por el mero hecho de tener tema de conversación o en algunos casos, por qué no decirlo, ir de gallito del corral.

Nos pregunta Jorge si es postureo decir lo que estás tomando en tal o cual lugar… A lo que yo respondo ¿si no es esa una realidad que nos invade en esta sociedad actual, seamos cerveceros o no, tan dada a las redes sociales? ¿Es algo que podamos achacar a la cerveza u ocurre exactamente lo mismo con tantas situaciones cotidianas como cuando disfrutamos de un concierto o de una cena en un restaurante, o nos vamos de viaje…?

¿Es postureo decir por ejemplo que te gustan las cervezas lámbicas cuando en realidad te resultan repelentes pero dices lo contrario porque no quieres ser menos? Seguramente sí, pero ¿cómo hemos llegado a este punto para que alguien tenga que decir que le gusta algo que le causa rechazo instantáneo solo por el hecho de que estén bien consideradas por algunos? Me vuelvo a repetir, ¿es el postureo algo intrínseco a la cerveza o a nuestra naturaleza humana? ¿A caso la primera vez que la mayoría de la gente bebe su primer trago de cerveza, su primer cubata de whisky o su primera calada de un cigarrillo no les resulta desagradable? ¿Por qué lo hacemos sino que por ser aceptados por los demás y que no nos hagan de menos? ¿No ocurre igual con la ropa, la música y tantísimas cosas que en un momento dado están de moda? ¿Debemos hacer autocrítica con la cerveza o con nuestra propia forma de actuar? ¿El hecho de decir que una cerveza es mejor por el hecho de ser más cara es algo intrínseco a la cerveza artesana o existen ejemplos para aburrir con gente que dice o hace lo mismo cuando se compra el último smartphone, una botella de vino cara, un reloj, un coche…?

Un caso concreto sobre ese postureo en la cerveza que me cansa últimamente cada vez más es esa batallita en ocasiones algo interesada de cervezas locales vs foráneas, de lo tan recomendables y frescas y de tanta calidad que son las primeras y por el contrario cuan malas en comparación (precio, calidad, más oxidadas…) son las segundas. ¿Realmente es tal esa realidad o gusta decirlo por ese postureo que nos pregunta Jorge? ¿De veras solo hay cervezas caras entre las foráneas? ¿Es tal el nivel de lúpulo fresco entre las locales? ¿De verdad cuando se ponen ciertas calificaciones en blogs, cuando se alaban en redes sociales… en definitiva cuando se dice “consumamos lo local”, generalizando a todo lo que suene a “cerveza artesana local” sin poner caras ni nombres, no estamos inflando la burbuja haciendo que pasen el corte tantas cervezas que no alcanzan un mínimo? ¿E igual que con el cansino dueto artesana vs industrial, no deberíamos dejarnos de etiquetas y ser simplemente críticos constructivamente con el producto independientemente de todo lo demás…? ¿Es más fácil dar la palmadita a aquellos productores que conocemos y nos dejamos llevar por amiguismos con productores de nuestro entorno y por otro lado no tenemos reparos en dar dos sopapos a cualquier producto foráneo?

Y por último unas cuestiones para nosotros mismos, los bloggers, sin personalizar en nadie en concreto pero que cada cual nos preguntemos: ¿Somos los bloggers un alarde de postureo? ¿Interpretamos un personaje cuando escribimos? ¿Nos gusta mostrarnos y enseñar cuánto sabemos?  ¿Hasta qué punto nos halagan las estadísticas, los “me gusta”, los “followers¿Ayudamos realmente al sector dando información útil o nos limitamos a ejercer de jueces de todo lo que nos rodea bajo esa mal entendida libertad de expresión?

Y con esto termino, ¿somos los seres humanos un animal pancarta? ¿Cuánto nos gusta que nos escuchen, que nos digan cuan guapos somos, que nos acepten…? ¿Hay postureo en la cerveza o simplemente hay postureo en nuestra propia necesidad vital?

Imagen tomada de aquí.

Salut!